domingo, 28 de noviembre de 2010

UN POCO DE CALMA

Lo primero de todo perdón por estar tantísimo tiempo sin escribir.
En estos días pasaron muchas cosas, tantas que casi ni me acuerdo de ellas pero bueno, intentaré hacer memoria.
Esta semana la peque estuvo malita y no pudo ir "al cole" pero bueno en cuanto se recupere (ya casi está bien)irá, ya tiene permiso de la pediatra. Y como Elena pasaba mucho tiempo con ella pues también se nos puso malita, pero ella el jueves así que tuve que ir yo solita a inglés, menos mal que también iba Raquel (una chica muy maja que va con nosotros a clase una semana sí y una no por culpa del trabajo). Y también tuve que ir a física y química, que... maldita física y química, resulta que en el examen fui la única que tuvo un problema entero bien, y como era el único ejercicio al que yo le tenia miedo pues dije que va más o menos me había salido bien, claro, el disgusto que llevé cuando vi el 5.25 no me lo quitó nadie. Pero bueno en el trimestre próximo voy a sacar unas notazas que voy a dejaros a tod@s con la boca abierta jajaja (ya lo verás mamá).
Ya sé algunas de las notas que voy a sacar pero quiero esperar a que me las den todas para decirlas a la vez.
También tengo que enseñaron un par de modelitos que me compré que me encantan (en cuanto los reyes me traigan la cámara, os prometo que me pongo a hacerme fotos para que me veáis con mis modelos).
Este fin de semana, para desconectar un poco, estuve en casa de una amiga, aquí en Oviedo. Me lo pasé genial, ayer cenamos fuera y llegamos a casa a las 1:15 y dormimos genial.
Para nuestra sorpresa, cuando nos levantamos, estaba nevando/granizando, subí para coger el móvil para hacerle una foto y cuando bajé ya no nevaba/granizaba. ¡Qué rabia me dio!
Bueno cuando volví me tocó repasar un poco, porque ya sabemos que, lo malo de ir a casa de amigas, es que luego lo que nos queda es estudiar, estudiar y estudiar.
Hoy en el colegio, a raíz de que terminó la primera evaluación y los profesores tuvieron junta, cambiaron a un niño del grupo C a mi clase (el A), el profesor decidió sentarlo a mi lado para ver si le ayudo a subir esas notas. Ya os contaré más capítulos sobre este tema.
Y hoy, ahora mismo, (bueno ya está a punto de terminar), y como todos sabéis, se está jugando Barça-Madrid, y, como no, nuestro asturiano Villa, en dos minutos marcó dos golazos. Me da penita de los del Madrid, pero... (Yo no soy muy futbolera pero donde esté un asturiano, que se quite lo demás).
Creo que debo contaros una cosa que me ronda por la cabeza desde hace un par de semanas: dos amigas mías (de las que ya os hablé en otra entrada pero que no quiero poner su nombre porque no me parece correcto) están comportándose últimamente de una manera muy extraña y muy infantil, se ríen por cualquier tontería, y, por si ellas no tuvieran bastante con lo suyo, se divierten criticando a personas que saben que no se pueden defender por su manera de ser o por miedo a que se rían de ellas por hacerlo. Me parece que eso es lo peor que pueden hacer y sobretodo porque una de ellas hace un par de años lo pasó fatal y no creo que le haga mucha ilusión que un día me harte y le tenga que recordar la historia, que, como se que os hace ilusión (y si no os la hace me la hace a mi) os voy a contar.
Ella llegó nueva en 1º ESO y, como no estaba a gusto se pasó dos o tres semanas llorando porque nadie la trataba bien ni quería estar con ella, o porque los profesores nos habían dicho que, si iba a seguir en ese plan, que no le hiciéramos caso y que pasásemos de ella. Pues un bueno día, me vino llorando y suplicándome que si podía estar con nosotras, por favor, que lo estaba pasando muy mal, que si patatín que si patatán. Yo como no sé decir que no, le dije que podía estar con nosotras, por supuesto.
Yo ya estoy acostumbrada a ayudar a la gente a que se integre y que, cuando ya hacen amigos (después de uno o dos meses, incluso menos), se van con las personas que les interesa y a mi me dejan de lado. Pero a lo que no estoy acostumbrada es que a que después de dos años ayudándola para que no lo pasase mal y que se integrase empiece a comportarse como una estúpida y haga que yo me arrepienta de todo lo que hice y de aquel día en el que hice que dejase de llorar hasta el día de hoy. No estoy dispuesta a que, cada vez que ayudo a alguien me den la espalda o simplemente se olviden de mi y hagan como que nunca existí y que no les ayudé. No pienso volver a pasar por eso. De 10 o más personas que ayudé, sólo noto que me lo estén agradeciendo 2 o 3, y creas que no, eso toca un poco la moral.
Bueno ya termino con el rollo.
Por último y para digerir mejor esto que os acabo de meter contaros que este puente nos vamos a ir a Puerto de Vega que hace muchísimo que no vamos y apetece.
Bueno, muchas gracias a todas por vuestra paciencia y por leerme.
Besos.
Marta.